¿Cómo dejar de evitar? ¿por qué es importante hacerlo?

 

La evitación es uno de los mecanismos más eficientes que tenemos para lidiar con el malestar emocional. No evitamos porque no seamos capaces de lidiar con las cosas, de hecho, muchas de las personas que he conocido con un patrón evitativo, son bastante capaces de lidiar con las cosas. 

El tema es que aprendimos a evitar o evadir porque fue la manera de mantener los niveles de estrés o malestar “manejables”, fue la manera que encontramos de evitar que subiera el malestar. Eso que evitas no es “el problema como tal”, sino el malestar que te genera verlo, acercarte a ello, lidiar con ello. 

Entonces, el punto central es que evitamos el malestar de acercarnos a eso que por alguna razón nos causa malestar. Y la clave está precisamente en aumentar nuestra capacidad para lidiar con eso que nos incomoda. 

Hablar del tema incómodo, ver tus cuentas, enfrentar esa llamada, resolver lo que está enredado, reconocer las fugas, los problemas no dichos, los secretos… etc. 

Pero si evadir funciona para evitar sentirnos incómodos, ¿cuál sería el problema de hacerlo? 

Que eso que evitamos en el fondo nos causa ruido interior, o sea, no porque no lo ves significa que no existe, y normalmente son conflictos que están aumentando la tensión dentro o generando circunstancias de vida o relacionales que a la larga te pueden estresar o causar algún inconveniente. 

Por ejemplo, por mucho tiempo estuve evitando tomar las riendas de un área de mi emprendimiento, lo delegué con la intención de aprender a delegar y no tener el control de todo, pero al delegar lo solté por completo, y poco a poco se fue alejando de lo que era bueno o ideal para mi. Ahora que he tomado las riendas poco a poco, reconozco que es porque he aumentado mi capacidad de enfrentar a través de regular mi sistema nervioso, y voy descubriendo poco a poco el estrés que de manera indirecta me ocasionaba no tomar las riendas de esa situación. 

Ahora que lo estoy haciendo, que estoy enfrentando y resolviendo, aunque es cansado y estresante, al mismo tiempo estoy recibiendo muchas gratificaciones y beneficios por hacerlo. Entre las cosas que he retomado las riendas es precisamente el enviarte personalmente los correos que te llegan, y leer las respuestas de sus correos me llena de motivación y me da retroalimentación para seguir profesionalizando nuestro servicio pero sobre todo, para seguir mejorando el vínculo contigo y la comunidad, 

Así es que sin juzgarnos y sin apresurarnos, pero si con la conciencia de que tomar las riendas de eso que evitamos nos puede traer muchos beneficios, poco a poco hay que ir haciendo los cambios necesarios para identificar cuándo estamos evitando y saber salir de ese mecanismo. 

¿Cómo hacerlo? 

  • Sí creo que regular tu sistema nervioso y aumentar tu capacidad para sentir el malestar físico y emocional, es clave. Al regular el sistema nervioso aumentamos la capacidad para sentir la incomodidad, sabemos regresar a nuestro equilibrio después de activarnos, y eso nos da energía y claridad para identificar las cosas que no son buenas para nosotros y ocuparnos de resolverlo. 
     
    • Si quisieras aprender a regular tu sistema nervioso, recuerda que tengo el reto de 21 días donde te doy muchas herramientas para identificar qué tipo de activación tienes y cómo regresar a tu equilibrio. Puedes ver más información aquí. 
       
  • Así como reconocer que no porque te sientes incómodo significa que eres incapaz, dejar de creer que no tienes la capacidad para hacerlo es más bien, aumentar tu capacidad para sentir la incomodidad de hacerlo. 
  • Tener una visión clara de hacia dónde quieres ir, hacia qué tipo de libertad y de carga ligera quieres llevar, cuánta tensión no vista quieres liberar, y los resultados que esto te puede dar, tanto en tu salud física como mental. 
  • Reconocer que mereces hacerlo, que ya no necesitas seguir cargando u ocultando cosas. Puedes hacer una lista de todo lo que evitas y empezar por las que son más fáciles de enfrentar, pero claro, con la práctica de saber lidiar con la incomodidad. 
  • Tener la mente clara de que resolver es lo que nos va a quitar el estrés, y que para resolver necesitamos mirar, conocer, y si, a veces ver cosas que no nos imaginábamos que estaban ahí, pero aceptar la parte responsable que nos llevó a “cerrar la puerta y dejar que se acumulara la basura”. 

Así me lo imagino, como esos lugares donde simplemente vas arrojando todo y crees que porque ya lo escondiste ya no existe, hasta que un día abres y dices “¿Cómo fue que llegó todo esto aquí?”.

  • Y bueno, por supuesto, necesitas dedicarle tiempo. 

Y mientras tanto, espero que estas ideas te ayuden y te apoyen a liberarte, créeme, vale mucho el esfuerzo de hacerlo, merecemos caminar más ligeros y con las áreas de nuestras vidas iluminadas y resueltas.  

Psic. Faby Cuevas

 

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