¿Cómo era yo con la ansiedad?
Yo solía ser una persona muy controladora. Racionalizaba sobre todo lo que me sucedía, analizaba y analizaba antes de tomar una decisión. Me costaba trabajo expresar mis emociones, ni siquiera me daba permiso de aceptar cuando sentía enojo.
Por otro lado, me enfocaba demasiado en complacer a los demás, en no dar lata, en pasar desapercibida, mientras que por dentro me llenaba de sentimientos complicados de descifrar, por lo mismo, me refugiaba en el piano y la poesía para poder apaciguar toda la intensidad que sentía, y cuando no lo lograba, acudía al refrigerador por mi aliada la comida.
Normalmente me protegía de no salir lastimada y de no sufrir, por lo que rara vez lograba tener una relación de pareja duradera, mis amistades íntimas eran pocas, pero si fallaban a mi confianza me perdían por completo; veía la vida en blanco y negro… o todo o nada, buena o mala, santa o pecadora, libre o aprisionada.
También me mostraba callada, tímida, pero eso sí, responsable y digna de confianza, por lo que cargaba normalmente con los problemas y responsabilidades de los demás, llenándome de mucha presión en mi interior, pues con esto, dejaba de hacer lo que en realidad quería, lo cual pocas veces sabía qué era.
En el fondo tenía guardada y comprimida a mi verdadera esencia por miedo a no salir lastimada, porque de niña aprendí a protegerla cuando en mi casa experimentaba las discusiones de mis papas, los gritos, los chantajes y las amenazas.
Los años pasaron y al terminar mi carrera de psicología me encontré teniendo ataques de pánico y niveles muy elevados de ansiedad, claro, desde chica presentaba ansiedad pero como te decía, la canalizaba a través de la comida.
Eso sí, reconozco que somos una familia de tan grande de corazón y altruismo que se generó en mi la mezcla indicada para conocer lo que es protegerse de no sufrir al mismo tiempo de ayudar a otros para dejar de hacerlo.
Así que, en el fondo, con todas estas experiencias, tenía el potencial para salir de ello y gracias al mensaje de la ansiedad, pude transformarme y dejar atrás todos esos patrones de negativismo, control, autoprotección y victimismo, ahora sé lo que es realmente la libertad mental y emocional y esa sensación de plenitud. Pero, sobre todo, pude dejar atrás la ansiedad elevada y no volver a sentir los ataques de pánico, pues aprendí qué era lo que me los generaba y qué tenía que hacer para dejar de generármelos.
Si quieres conocer más de mi historia, te invito a descargar gratis, mi libro gracias ansiedad.